La historia, implacable, se hará cargo de los traidores
- Nacionales
- 15 sept 2016
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En estos días, en la versión local de "Davos", acá nombrada como "Nabos", se está urdiendo la entrega más colosal de la historia argentina, esto es, el petróleo de la Cuenca de Malvinas, segunda reserva petrolera del planeta. Para ello, tenemos el honor de contar con la visita del Vicecanciller de Gran Bretaña, con poderes absolutos de la Casa de Windsor, para negociar todo lo que sea negociable. Esto es, de soberanía, ni hablar. Never in the puta life.
Para tales siniestros fines, la casta gobernante, ha operado con diligencia, forzando al Ministro de Energía (Minería y Petróleo), a mal vender sus acciones de la Shell. Liberado de este trámite burocrático, sin que el punto -enorme-, hubiera sido siquiera insinuado en su pobre campaña política, darán forma a la traición, esto es, aventurándose, valga el juego de palabras, en un delirante joint venture con el usurpador colonial, cediendo territorio continental en las cosas australes de la Patagonia, para la instalación de bases "mixtas", esto es, cesión de tierras costeras a Gran Bretaña, para que el acopio se de crudo y su eventual destilado, se haga en territorio patrio, cedido de forma casi perpetua al invasor colonial. Sobre el punto, la necesidad perentoria de las bases en territorio continental de la Argentina, nos hemos explayado en extenso en la nota siguiente -La batalla por el petróleo argentino-, a partir de las investigaciones y el informe de Lord Schackleton, de 1975.
La inexistente oposición, la prensa canalla, el peronismo en fuga, en su versión populista, rumbo a la cárcel, deliberará tan sólo para definir cuál es su precio, no mucho más que eso. El desmembrado y heterodoxo movimiento de Veteranos, tocado por la reciente operación de inteligencia contra el Mayor Gómez Centurión, funcional, en definitiva, a esta cáfila de perduellis, poco y nada opondrá como resistencia orgánica. La izquierda, irrelevante, hará algún tipo de protesta, para pasar a cobrar la actuación por caja de empleados, así como otro tanto las centrales obreras, nada que incomode, leerán un comunicado. El nacionalismo de papel maché, de desgañitará con peroratas en la encerrona de sus capillas ardientes, en el autismo que tan bien les sienta.

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